Lo bueno viene en envase chico

En la FAUBA, un proyecto de investigación y transferencia profundiza en el potencial de las algas microscópicas para el agro y la industria. En esta nota les contamos las ventajas de esta tecnología, desde el saneamiento ambiental hasta la generación de compuestos de altísimo valor comercial.

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Para que las microalgas produzcan compuestos de alto valor comercial hay que estresarlas.

Para que las microalgas produzcan compuestos de alto valor comercial hay que estresarlas.

23deMarzode2016a las11:28

Como el resto del mundo, nuestro país tiene un interés creciente en el desarrollo de tecnologías amigables con el ambiente. En ese sentido, desde 2008, investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) vienen trabajando con vistas a aprovechar las potencialidades de las microalgas (plantas de una sola célula), ya sea desde el puro interés científico como desde la transferencia de esta tecnología. Sus usos son múltiples entre otros:

  • Saneamiento de aguas contaminadas
  • Generación de energía
  • Obtención de subproductos de alto valor comercial

“La Dirección de Agroenergía, que depende del Ministerio de Agroindustria, nos convocó junto a otros investigadores de diferentes instituciones público-privadas del país que también trabajan en el tema de las microalgas. Así surgió la Red de Microalgas de Argentina, con integrantes de todo el país”, le contó Juan Gori, docente de la cátedra de Bioquímica de la FAUBA, al sitio de divulgación científica Sobre La Tierra.

En el marco de la red, Gori y un grupo de colegas recibieron un entrenamiento por parte del Ministerio de Ciencia y Técnica, y así nació la Antena de Vigilancia Tecnológica en Microalgas. Esta 'antena' recopila información en tres grandes ramas de interés: bioprocesos (es decir, diferentes formas de cultivar y/o de cosechar las microalgas), biorremediación y bioproductos (todo lo que podemos obtener de ellas: biodiesel, bioetanol, energías alternativas, carbohidratos, proteínas, vitaminas y compuestos antioxidantes y colorantes de gran valor agregado).

“Ciertas moléculas que producen las microalgas, como por ejemplo la astaxantina, un antioxidante muy importante, tiene actualmente un valor comercial mayor a U$S7000 por kilo. Ajustando la tecnología, su producción es posible”, acotó el investigador.

Suena cruel pero...

Para que las microalgas produzcan compuestos de alto valor comercial, como los ya mencionados, hay que estresarlas. “La producción tiene dos pilares. Por un lado, las estimulamos en un ambiente controlado para que se multipliquen y produzcan mucho material vivo (lo llamamos biomasa). Por otro, les generamos algún tipo de estrés al cambiarlas de ambiente. Eso lo conseguimos pasándolas del agua contaminada a otro contenedor donde se les genera algún 'problema'. Por ejemplo, las dejamos sin nutrientes o les damos mucha luz”.