Una alternativa que gana terreno, ideal para la rotación de cultivos
De la mano del doble propósito, los granos de avena ofrecen una oportunidad para el pastoreo y la alimentación humana.
Por su alta relación carbono nitrógeno, es ideal para la rotación de cultivos.
Con 154 mil hectáreas, Buenos Aires tiene el 74 por ciento de la producción nacional de granos de avena. Así, de la mano del doble propósito, esta gramínea gana terreno por ubicarse como una alternativa para los productores. Además, por su alta relación carbono nitrógeno, es ideal para la rotación de cultivos.
Se abre una nueva oportunidad
“Si bien la avena es un cultivo, principalmente, implementado para la obtención de semillas y uso forrajero, se abre una nueva oportunidad al producirlo en granos para consumo humano”, explicó Liliana Wehrhahne –especialista de la Chacra Experimental Integrada Barrow (convenio MAIBA INTA)–.
En este sentido, la especialista fue más allá y aseguró que “en siembras destinadas solo para la producción de granos, con los nuevos cultivares y en ambientes favorables, es posible superar las 6 toneladas de grano por hectárea en secano, llegando a 10 toneladas con regadío”.
En referencia a las numerosas ventajas del cultivo, la técnica destacó su alta relación carbono nitrógeno por lo que, en algunas regiones, resulta un cultivo interesante para la rotación de cultivos o bien como protector del suelo. Incluso, en otros países, se cultiva para la producción de biomasa con fines energéticos.
Se trata de un grano con un alto contenido de proteínas de alto valor biológico con aminoácidos esenciales y fibra, que resulta beneficioso para la alimentación tanto animal como humana. Además, posee una gran adaptabilidad a la región y es de simple manejo.
Asimismo, la técnica hizo referencia a la “gran plasticidad” del cultivo que permite sembrarlo en diferentes momentos, según el destino.