El manejo que cuida la fábrica de rendimiento
Las enfermedades foliares son uno de los factores que en mayor medida afectan la producción y la calidad del trigo. Las pérdidas pueden llegar al 50% del rendimiento potencial. La clave es cuidar la sanidad de la hoja.
Stinger®, de DuPont, posee un excelente control de enfermedades foliares.
Por lo general, en las últimas campañas de trigo el productor se ha preocupado por llegar al mayor rendimiento posible con una inversión tecnológica acotada. Las condiciones de precio y comercialización llevaron a que el cereal se produjera de la forma más económica posible, dependiendo más de las condiciones ambientales favorables que de la tecnología aplicada. Esto obligó a importar trigos de calidad para poder mejorar la producción local.
Las regiones trigueras como la II Norte y II Sur, la III y la IV tienen la característica de presentar condiciones ambientales benignas y precipitaciones desde fines del invierno, que las convierte en áreas de alto riesgo sanitario, especialmente para enfermedades foliares como Mancha Amarilla, Royas y Septoria. Estas afectan principalmente el llenado de los granos y ocasionan pérdidas superiores al 10%. Sin embargo, pueden llegar hasta el 50% en el caso de las Royas. También pueden afectar fuertemente la calidad panadera, un punto que debe ser tenido en cuenta como factor de rendimiento económico importante.
En condiciones como las presentes en esta campaña, con alta humedad, pero con importante frecuencia de heladas que pueden generar daños en la hoja por donde los hongos pueden infectar al cultivo, la recomendación es realizar un monitoreo exhaustivo que pueda cuantificar el nivel de las enfermedades foliares, estableciendo el umbral de daño a partir de evaluar el nivel de incidencia y severidad de las enfermedades foliares.
Como criterio general para la aplicación de fungicidas, se debe basar la decisión en evaluar: