Claves para superar las limitantes del suelo

Sin recetas y con mucha observación lograron buenos rindes en maíz.

Más allá de la práctica en sí, los productores valoran la forma de intercambio que han logrado y mantienen.

Más allá de la práctica en sí, los productores valoran la forma de intercambio que han logrado y mantienen.

02deJuliode2016a las11:06

Guillermo Álvarez tiene 52 hectáreas propias y arrienda una decena de campos chicos con lo cual en total suma unas 1700 hectáreas. Trabaja en tierras más ubicadas hacia la zona de Carhué y Guaminí, que presentan mayores limitantes, con piedra (tosca) cerca de la superficie y hay lluvias más erráticas.

"Cuando fui a trabajar y empecé con el maíz, muchos allí me decían que estaba loco y que no sembrara el cultivo", recordó este productor. Alvarez no hizo caso, apuntó a ver bien cómo trabajar en cada ambiente y donde parecía no haber rinde llegó a los 7500 kilos por hectárea, una marca buena para esa región. "Logré algo que antes era impensado", se entusiasmó.

"No hay una sola receta, sino que vamos evaluando cómo queda el suelo con el cultivo anterior. Hicimos esto en lugares donde era todo un desafío y podían tirar para abajo la rentabilidad", precisó este productor.

Lo de Álvarez es meritorio. Empezó con poco en escala, hizo un paciente trayecto para ir incorporando prácticas como la agricultura por ambientes y después avanzó para tener hoy todo un equipo completo en maquinaria agrícola.