Más allá de los logros productivos: Mario donó un riñón a su hijo Máximo
Una historia de vida y una relación única entre un padre y un hijo que se extiende en un plano tan lejano como cercano a la producción agropecuaria.
Padre e hijo sobre un colchón de pasto.
El caso de Mario y Máximo Sellares podría despertar asombro por lo que es: un planteo ganadero de precisión que se destaca por sus resultados, un ejemplo de productores que decidieron salir de un esquema tradicional para mejorar sus rendimientos y llegar hasta la frontera productiva de su campo.
Pero es mucho más que eso. Comprende a la vez una historia de vida y una relación única entre un padre y un hijo que se extiende en un plano tan lejano como cercano a la producción agropecuaria, que supera largamente el hecho de que ambos son ingenieros agrónomos y que comparten la pasión de este emprendimiento de punta.