En el riego, la audacia se paga con creces en el futuro

Esta tecnología es una herramienta clave para el desarrollo argentino, pero para que crezca hace falta aceitar mecanismos de financiamiento.

Fueron pocos los que se animaron a realizar inversiones en proyectos de irrigación.

Fueron pocos los que se animaron a realizar inversiones en proyectos de irrigación.

19deDiciembrede2016a las08:51

Todavía no entramos en el período más crítico para el balance hídrico y el Ministerio de Agroindustria de la Nación ya advirtió que hay “zonas de sequía” y bajas reservas de humedad para el maíz en la zona núcleo agrícola. Ante esta señal cabe esperar un verano complicado y es buen momento para preguntarse por el estado de las herramientas de riego.

Este no está siendo el mejor año. Con la economía congelada, fueron pocos los que se animaron a realizar inversiones en proyectos de irrigación y la industria nacional tuvo que hacer malabares para sobrevivir.

Pero tratándose de agua es mejor mirar el vaso medio lleno. En las últimas semanas fueron varias las señales que hablan de una toma de conciencia por parte del Gobierno nacional sobre la importancia del riego en nuestro país. Ya se habían visto buenas intenciones en la elaboración del Plan Nacional de Riego, que aspira a pasar de las 2,1 millones de hectáreas que se riegan actualmente a 4 millones de hectáreas regadas en 2030. El conocimiento y la tecnología para lograrlo están a la orden del día, pero la traba está en la ausencia de herramientas financieras específicas. Y el Gobierno lo sabe.