Atanor cerró dos plantas para enfocarse en el negocio de protección de cultivos
Responde a una estrategia global de crecer en el negocio de agroquímicos, como fertilizantes.
La compañía despidió a 136 trabajadores.
La empresa Atanor cerró ayer de manera definitiva sus dos plantas químicas, ubicadas en las localidades de Baradero y Munro, ambas en la provincia de Buenos Aires, y despidió a 136 trabajadores. Según afirmó Agustín Herrera, Director de Asuntos Legales y Corporativos a El Cronista, la decisión se tomó como respuesta a la estrategia global de los propietarios de la compañía de focalizarse en el negocio de los agroquímicos, principalmente en herbicidas, fungicidas y insecticidas.
Si bien las formas en que se tomó la decisión fueron un punto de tensión, ya que sindicalistas denunciaron que los trabajadores se enteraron el mismo día del cierre, el proceso es más complejo. Desde la compañía afirmaron que tanto los negocios de productos petroquímicos (como los que fabricaban las dos plantas cerradas), como los negocios de azúcar y de sal, tres unidades en que la empresa invertía, dejaron de ser prioridad y que se optó por su venta, y centralización.