Una campaña con ingresos insuficientes para la producción vitícola
La cosecha nacional de uvas este año, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura, fue de 19,5 millones de quintales.
Sigue complicada la situación en Cuyo.
Los productores vitícolas se preparan –por séptimo año consecutivo– para enfrentar una nueva campaña con el único propósito de sobrevivir dado que la actividad sigue generando ingresos insuficientes para abastecer de capital de trabajo a las fincas.
La cosecha nacional de uvas este año –según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura– fue de 19,5 millones de quintales, una cifra superior a los 17,6 M/qq levantados en 2016 (la peor campaña de al menos los últimos cincuenta años), pero aún muy baja respecto del promedio anual de 26,4 M/qq obtenidos entre 2007 y 2015.
La relación stock/consumo se incrementó en el último año a pesar de que las existencias de vinos se redujeron como consecuencia de dos cosechas horribles consecutivas. La principal causa de ese fenómeno es una depresión del consumo local.
Los últimos datos oficiales del INV, correspondientes al primer cuatrimestre de 2017, muestran una caída del consumo interno de vinos embotellados del 13% respecto del mismo período del año pasado, mientras que las ventas externas descendieron 9%. Las colocaciones de vinos a granel se derrumbaron en un 43%.
La caída del consumo local de vinos, que no pudo ser compensado por la exportación, está obligando a las bodegas a mantener los precios mayoristas en niveles lo más bajos posibles, además de realizar fuertes promociones (fundamentalmente a través de cadenas de supermercados) orientadas a intentar incentivar la demanda.