El desafío que viene: más productividad pero cuidando en serio el ambiente
En un importante congreso del Mercosur sobre Nanotecnología, Antonio Cavaglia, gerente de Marketing de Red Surcos explicó en detalle los aportes de una ciencia que puede cambiar la producción agrícola en los próximos años.
La nanotecnología aparece como un gran aporte para lograr esos dos objetivos.
La agricultura argentina tiene hoy todo a favor para explotar al máximo su potencial: el marco económico y las tecnologías disponibles permiten pensar en dar un nuevo salto en la productividad. Pero, en ese camino, no debe perderse de vista una demanda creciente de la sociedad en su conjunto: el cuidado del medio ambiente, que le de sustentabilidad productiva y social al negocio agrícola.
En ese contexto, hay una potente innovación en el agro que viene a cumplir con ambos objetivos (aumentar la productividad y cuidar el ambiente): la nanotecnología. Hace pocos días, se llevó a cabo en Buenos Aires el Congreso de Nanotecnología del Mercosur, que reunió a las principales empresas y científicos vinculados a ella de todos los países miembros.
La única empresa vinculada al agro que participó fue Red Surcos, la principal compañía de agroquímicos de capital 100% argentino y que es pionera en incorporar la nanotecnología al sector.
Allí, Antonio Cavaglia, gerente de Marketing, presentó ante un selecto grupo de empresarios y científicos, la evolución de la nanotecnología en los fitosanitarios. Además, hizo un resumen de sus principales ventajas, que vale la pena repasar.
Por un lado, el ejecutivo destacó que hay rubros de fitosanitarios en los cuales los productos con nanotecnología ya representan el 20% del mercado. Es el caso, por ejemplo, del estratégico 2.4d, en el cual el Dédalo Elite, el herbicida de Red Surcos con estas características, está creciendo fuerte.
Sebastián Calvo, presidente de la firma, explica que es muy importante estar posicionados de esa manera con la nanotecnología en 2.4d, porque se espera que sea un producto cuyo consumo crezca fuerte en los próximos años, cuando lleguen al mercado las sojas resistentes a nuevos herbicidas, como dicamba, 2.4d y glufosinato de amonio, por ejemplo.