Extrusado de soja: cuando la calidad hace la diferencia

De acuerdo con los especialistas del INTA, es necesario que la industria aumente la eficiencia e implemente controles permanentes desde la selección de materia prima hasta el producto final.

Esta fue una de las temáticas del 1° Congreso Nacional de Extrusores.

Esta fue una de las temáticas del 1° Congreso Nacional de Extrusores.

23deOctubrede2017a las08:39

Con 400 plantas procesadoras, distribuidas en la región pampeana –principalmente en Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires–, esta industria se enfrenta a una oportunidad de crecimiento con numerosas ventajas. De acuerdo con los especialistas del INTA, es clave la implementación de controles de calidad permanentes, tanto de la materia prima como de los productos generados. Esta fue una de las temáticas destacadas del 1° Congreso Nacional de Extrusores que se realiza el 19 y 20 de octubre en Santa Fe.

Para Néstor Juan –especialista del INTA Anguil, La Pampa–, es “evidente” que para lograr una alta eficiencia en la extracción de aceite y producir un expeller de alta calidad nutricional se deben cuidar múltiples aspectos, desde el análisis y la elección de la materia prima a procesar, hasta el acondicionamiento previo del poroto, la puesta a punto y el ajuste continuo de los procesos de extrusión y prensado.

En este sentido, subrayó la necesidad de “implementar controles de calidad permanentes, tanto de la materia prima como de los productos generados, a fin de darle uniformidad a la calidad dentro de cada planta y, si fuera posible, entre distintas plantas, requisito fundamental principalmente para la exportación de volúmenes significativos”.

Para esto, recomendó la tecnología de análisis NIRS (Espectroscopía en Infrarrojo Cercano, según sus siglas), por su rapidez y bajo costo operativo: “Esta técnica alternativa, basada en ciertas propiedades que tiene la materia orgánica para interactuar con la energía del espectro electromagnético, mide varios parámetros de manera simultánea y rápida sin destruir la muestra ni utilizar reactivos químicos contaminantes”.

Por su parte, José María Méndez, del INTA Totoras –Santa Fe– y responsable del proyecto Innovación para el Agregado de Valor (InAV) por el INTA, fue más allá y aseguró que “en numerosas empresas del sector falta recorrer un largo camino para lograr un producto de calidad y que, a su vez, resulte estable en el tiempo”.