Las semillas de centeno incrustadas mejoran el rendimiento del cultivo
Un ensayo en siembra aérea comprobó que en las parcelas con simientes peleteadas aumentó el volumen de materia seca, se registró un mejor desarrollo de las plantas y una mayor competencia sobre las malezas.
Las semillas de centeno incrustadas mejoran el rendimiento del cultivo utilizado como controlador de malezas
El centeno como cultivo de cobertura se ha trasformado en una herramienta de gran valor para frenar la incidencia de malezas resistentes. Un estudio realizado por el INTA Río Primero ha demostrado que las semillas de centeno incrustadas (peleteadas), incluyendo un fungicida y un fertilizante biológico, mejoran los resultados de las siembras aéreas, permitiendo obtener la contribución esperada del cultivo de cobertura al limitar el avance de las malezas, además de mejorar la calidad del suelo y mantener un buen perfil de humedad.
Con el aporte de la técnica de incrustado se obtienen semillas de peso y tamaño homogéneo, que tras la siembra área logran una buena implantación, verificándose luego un buen desarrollo de las plantas y un aumento del volumen de materia seca. De esta manera, por la competencia del centeno sobre los recursos, se limita el desarrollo de las malezas con un manejo agronómico sustentable y se llega con un lote más limpio a la siembra de soja o maíz.
Precisamente, ensayos realizados por el INTA Río Primero junto a la Cátedra de Protección Vegetal de la Facultad de UCC, en colaboración con Aacrea y Aapresid, demostraron que el centeno es una de las mejores alternativas para el control de malezas, con una eficacia que llegó al 80 % respecto al lote testigo.