Cómo picar y ensilar los maíces que están golpeados por el intenso calor
Un grupo de expertos elaboró recomendaciones para reducir las pérdidas y lograr el mejor forraje posible en lotes de maíz que están deteriorados por el intenso calor.
Los técnicos aconsejan analizar la condición del lote antes de definir la altura de corte del cultivo, que luego será ensilado.
En un verano que comenzó con altas temperaturas y pocas lluvias en la Región Pampeana, las cuadros de maíz temprano están en condiciones de alto estrés térmico, tanto los destinados para silo como para grano, justo en la etapa crítica de la floración.
Este escenario puede producir una severa disminución de los rendimientos y en casos extremos aborto de espigas y no formación de los granos. Por eso hay productores que han decidido ensilar no solo los lotes que se sembraron para “picarlos”, sino también algunos que tenían destino cosecha.
Un grupo de especialistas del INTA, la Cámara Argentina de Contratistas Forrajeros (CACF) y la Universidad Nacional de Villa María -junto a asesores privados y técnicos de empresas del sector– elaboraron una serie de recomendaciones para el ensilado de maíces afectados por el calor.
Uno de los principales objetivos que debe alcanzar el silaje consiste en mantener las condiciones anaeróbicas (impedir la penetración del aire) para preservar la calidad. “Pero el proceso fermentativo puede verse altamente comprometido debido al estrés que presenta el cultivo”.
Ante este problema es clave conocer el ciclo del híbrido para saber su madurez fisiológica con respecto al porcentaje de materia seca que se puede acumular, ya que se puede adelantar la fecha de picado de un material que aún le queda tiempo de desarrollo. “Cuando las superficies destinadas a silo de maíz en un establecimiento son amplias, se puede contar con más de un híbrido sembrado, y pueden encontrase diferencias de hasta 30-35 días a madurez fisiológica entre un material y otro”, precisa el informe.
En épocas de estrés hídrico, la principal deficiencia de los cultivos se manifestará en el contenido de grano. Si se tiene en cuenta que es el mayor aportante a la acumulación de materia seca de ensilado, será normal que los materiales tiendan a ser ensilados con niveles de materia seca por debajo de los ideales para un buen proceso fermentativo (menos del 30% de materia seca).
Si el productor o contratista se enfrentan con un cultivo muy seco (más de 40% de materia seca), se puede disminuir la altura de corte, ya que la parte basal de la planta contiene más humedad, facilitando la compactación del silo.