La roya blanca, una amenaza que obliga a estar muy cerca del girasol

El uso de híbridos genéticamente resistentes es la primera medida para evitar la propagación de daños en los cultivos.

Los síntomas de roya blanca comienzan en la cara superior de las hojas inferiores e incluyen manchas oleosas, llamadas “ampollas” o pústulas.

Los síntomas de roya blanca comienzan en la cara superior de las hojas inferiores e incluyen manchas oleosas, llamadas “ampollas” o pústulas.

12deEnerode2018a las10:47

Por Marcelo Carmona y Francisco Sautua, fitopatólogos de la FAUBA

La Roya Blanca del girasol es causada por el pseudohongo Pustula helianthicola (syn. Albugo tragopogonis), es decir, no es una roya típica causada por un hongo. Su importancia económica ha crecido en el mundo en los últimos años. Recientemente se han reportado epidemias importantes de esta enfermedad en el sur de la provincia de Buenos Aires y en la zona núcleo (sur de Santa Fe).

Los síntomas comienzan en la cara superior de las hojas inferiores e incluyen manchas oleosas, llamadas “ampollas” o pústulas. Dichas ampollas son amarillas, elevadas, de 5 a 10 milímetros de diámetro. Posteriormente, en correspondencia con dichas manchas se observan pústulas blancas sobre la cara inferior de las hojas. Las pústulas pueden coalescer y producir necrosis.

A veces las hojas quedan “agujereadas”. Afecta principalmente las hojas inferiores de la planta. También produce manchas aceitosas en pecíolos, tallos y capítulos, con la presencia de oosporas (esporas sexuales) en los tejidos afectados. No se observan esporangios blancos en las lesiones del tallo o peciolo. Las manchas provocadas por la forma sexual, de color oliváceo se observan típicamente en la inserción del pecíolo con el tallo. Esto provoca un secado prematuro de las hojas acelerando el secado.