Silaje de soja: el contexto lo vuelve una alternativa
El déficit hídrico y las elevadas temperaturas adelantaron la cosecha y cambiaron el destino de grano a conserva. Aunque poco convencional, el ensilado surge como una opción viable.
Las condiciones del suelo y el estado de los cultivos no permite descartar ninguna opción.
Puntualmente, la soja es una leguminosa con considerables niveles de proteínas, en relación a la cantidad de azúcares fermentecibles, sumado a que, en estados fenológicos avanzados, poseen altos contenidos de humedad.
Por este motivo, Peiretti recomendó “controlar esta condición para evitar procesos de fermentación indeseados, a partir de aditivos –aprobados por Senasa– que mejoren la fermentación, sustratos e inoculantes a tasas mayores a 100.000 UFC por gramo de silo”.
Asimismo, explicó que, debido al alto poder buffer que presenta el cultivo de soja, “es conveniente picarlo cuando contiene entre 40 y 45 % de materia seca con la necesidad de realizar un oreado previo que permita lograr dichos valores”.
Cosecharlo con contenidos de materia seca inferiores al 40 % implicará problemas en el proceso de conservación, que se manifiestan en valor de nitrógeno amoniacal sobre nitrógeno total (>10% N-N/Nt) y pH (>4.5).