Riego artificial: ¿Una alternativa en tiempos de sequía?

Previene la escasez de agua, el recurso natural que mejora el rinde de todo campo, y puede asegurar la cosecha solo si se lo programa con tiempo.

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Factores a considerar para aplicar el riego a un cultivo.

Factores a considerar para aplicar el riego a un cultivo.

15deMarzode2018a las08:57

Actualmente la sequía afecta a un total de 28 millones de hectáreas en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba y la pregunta que muchos se hacen es: ¿Se puede prevenir la crisis hídrica mediante el riego artificial? Para conocer más sobre el tema consultamos a Stamati, la empresa rosarina que implementa soluciones tecnológicas en materia de sistemas de riego para cultivos intensivos, cultivos extensivos, bajo invernáculo, áreas recreativas y espacios deportivos, entre otros.

El titular de la firma con más de 20 años de trayectoria en la labor del riego, Rubén Stamati, detalló “independientemente de dónde se aplique el riego, la cuestión es cómo hacer eficiente el costo que implica regar, ya sea con energía eléctrica o combustible. El parámetro a tener en cuenta es cuánto cuesta un milímetro de lluvia, cuánto cuesta el kilovatio, el litro de gasoil para convertir en un área determinada, un milímetro de lluvia”.

“De acuerdo al cultivo o estadio vas a necesitar más o menos energía y va a redituar en un mayor rendimiento hasta un umbral donde el costo de agregar más lluvia no te va a dejar un mayor rendimiento ni vas a recuperar la inversión. Llega un punto de inflexión en el cual hay que dejar de regar por más que llueva, por el estadio del cultivo o por el cultivo en sí o por los costos que uno maneja.”, continuó Stamati.

Asimismo aclaró: “En algunos lugares el riego es complementario, cuando la lluvia escasea. En otros lugares es total. En general, se lo considera como una situación de recomponer una área árida y a veces es suplir la falta de lluvias en algún lugar húmedo o semihúmedo”.

El campo como industria

Según el empresario, el punto radica en que “al campo hay que dejar de convertirlo en algo aleatorio para convertirlo en una industria”. Con ello quiso explicar que, frente a una industria, el campo tiene agregados como el clima y el mercado internacional. “Argentina es formadora de precios, históricamente de girasol y actualmente de maní, los otros cultivos se manejan por cotizaciones internacionales de los países que son grandes productores, por lo cual su sequía o abundancia en el rendimiento determina que el precio internacional esté regido por esa producción”, fundamentó.

Rubén Stamati es ingeniero agrónomo y su camino recorrido lo hizo aseverar que el riego asegura la cosecha: “La diferencia del valor de una hectárea en Venado Tuerto o El Chaco no es la calidad del suelo sino los erráticos que son los rendimientos, por falta o exceso de agua. El suelo es un soporte de la parte, la provisión de fertilizantes se las agregas a partir de la fertilización que hagas. Por más humus espectacular que tenga una planta si no tiene agua no rinde. Es lo que le da precio a una hectárea, lo errático no. Para que deje de ser errático tenes que convertirlo a algo que es muy variable, que lo puedas suplir si es necesario”.

Refiriéndose al productor que aplica riego, el referente explicó: “Cuando hay sequía, a los demás les afecta y tu cultivo va a rendir en un promedio anual como en épocas de lluvia, Por lo tanto, vas a recuperar parte de lo invertido porque vas a tener mejor precio, en consecuencia la producción nacional va a ser más baja, por lo tanto el precio del producto va a subir”.