De la tierra al jarrón: el mercado floricultor argentino y sus alcances

Qué hay detrás de la floricultura en Argentina, una actividad que mueve 120 millones de dólares anuales y que involucra a más de 1800 familias productoras en distintas regiones del país.

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¿Cuáles son los  pasos que sigue una flor de corte hasta llegar ser obsequiada a un enamorado o a una madre?

¿Cuáles son los pasos que sigue una flor de corte hasta llegar ser obsequiada a un enamorado o a una madre?

31deMayode2018a las09:08

Con una historia mucho más antigua que la del cultivo soja como producción agrícola en Argentina, pero menos masiva, el oficio de cultivar y comercializar flores y plantas ornamentales, llamado floricultura, ocupa la dedicación de más de 1800 familias productoras en distintas regiones desde hace más de noventa años.

Pero, ¿cómo es el desarrollo de una actividad cuyo producto a diferencia de muchas  producciones agrícolas no alimenta “más que el espíritu”? ¿Qué alcances, rendimiento y dificultades tiene su producción? ¿Cuáles son los  pasos que sigue una flor de corte hasta llegar ser obsequiada a un enamorado o a una madre?

El ingeniero agrónomo, Daniel Enrique Morisiguie, responsable técnico de floricultura en el Centro Tecnológico de Flori-Fruti-Horticultura del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria INTA respondió a estas y otras preguntas sobre esta particular actividad productiva en Argentina.

Un poco de historia

“La floricultura comercial en Argentina comienza a principios del siglo XX, cuando inmigrantes japoneses y alemanes empezaron a producir plantas para mantener los grandes jardines que había por Belgrano y Palermo en Buenos Aires”, narra Morisigue.  

Los responsables del crecimiento: la jardinería italiana y española

“Esta disciplina se desarrolló en nuestro país por la gran demanda del mercado interno, básicamente de descendientes de italianos y españoles, países de donde viene la tradición típica de tener jardín en cualquier casa”, comenta el ingeniero, quien explica que “esa cuestión cultural impactó tanto que, hasta los años setenta, la floricultura argentina fue la más desarrollada de Latinoamérica aunque siempre para el mercado interno. Luego Colombia, Perú, Ecuador y Brasil empezaron a superar la producción argentina por haberse abierto a la exportación a los principales mercados, que son el europeo y estadounidense”, detalla el especialista del INTA.