Terapia con animales: un vínculo sanador con los caballos

La Facultad de Ciencias Veterinarias enseña e investiga, en el marco de una materia optativa, la utilización del vínculo humano-animal para el desarrollo biopsicosocial de poblaciones vulnerables.

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Lo importante es el vínculo con el animal.

Lo importante es el vínculo con el animal.

12deJuliode2018a las09:08

Desde hace siete años, la UNR cuenta con un espacio académico dedicado a la formación de profesionales en terapias y actividades asistidas con animales (TAACA), constituyéndose junto a las Facultades de Veterinarias de la Universidad Nacional del Litoral y de la Universidad de Buenos Aires, en las únicas instituciones de educación superior públicas del país que brindan este conocimiento.

Se trata de un abordaje interdisciplinario de profesionales de la salud utilizando el vínculo humano-animal, para el desarrollo biopsicosocial de poblaciones vulnerables o en riesgo social, teniendo en cuenta el bienestar y comportamiento animal. Dado que se engloban tanto la modalidad terapéutica como la alternativa educacional, deportiva o sociorecreativa, no utilizan el término “equinoterapia”.

La terapia asistida con animales consiste en la participación de animales en intervenciones terapéuticas, con el fin de promover la salud, la educación y el bienestar de las personas. El objetivo es la utilización de ese vínculo como parte integral de un proceso de tratamiento para facilitarlo y complementarlo.

En tanto, las actividades asistidas con animales son aquellas que están dirigidas a la mejora de la calidad de vida del destinatario y tienen objetivos motivacionales o recreacionales pero no se requiere que sean dirigidas por un profesional tratante, ni el registro y la evaluación de su desarrollo.

El espacio curricular está sustentado en la transversalidad, por lo que son invitados a la cursada de la  materia profesionales de la salud (kinesiólogos, psicólogos, médicos) y de la educación (licenciados en educación, profesores de educación física).

“Hay evidencia científica de los beneficios que aporta el contacto con el animal”, afirma el titular de la cátedra, Médico Veterinario Juan Antonio Zapata y explica que los pacientes que acceden a esta experiencia son derivados por un profesional, en general por alguna discapacidad psíquica o motora.

El caballo tiene un movimiento tridimensional rítmico que se asemeja a la marcha humana y esto repercute en el cinturón pelviano y en las piernas. Sumado a la temperatura normal del animal que es de un grado más que la humana, produce una estimulación adecuada a personas con dificultades para caminar o que sufren parálisis.