En invierno, la avena produce forraje de calidad
Conocida por su capacidad para adaptarse a diferentes tipos de suelos, este cereal es un recurso que provee alimento y sirve para cubrir la escasez de pasto entre mayo y noviembre.
En la Argentina, alrededor del 78 % de la superficie destinada a verdeos de invierno corresponde a avena. Concentrada principalmente en Buenos Aires, Córdoba y La Pampa, es uno de los cultivos forrajeros invernales de mayor difusión y se destaca por la elevada producción de materia seca por hectárea, durante los meses más fríos del año.
“Por su plasticidad para adaptarse al pastoreo directo, doble propósito, a la confección de silaje y rollos o solo incorporarla en un esquema como cultivo de cobertura, la avena es considerada el verdeo de invierno más importante del país”, expresó Federico Moreyra, especialista del INTA Bordenave –Buenos Aires–.
Además, el cereal de invierno se destaca por la capacidad de producir forraje durante un período de tiempo prolongado. “A diferencia de otros cultivos destinados a la alimentación animal, con un buen manejo, la avena brinda alimento de manera estable y de buena calidad nutricional desde mayo hasta noviembre”, señaló Moreyra.