En Santa Fe, los sojeros buscan plasticidad en los ciclos más cortos
Diego Perez, del Grupo CREA Las Petacas, y Lucas Maini, de La Clementina, destacan la performance de la NS 4309, una variedad que mostró lo que hace falta a la hora de marcar techos de rendimiento.
El clima de la última campaña puso a prueba la habilidad en la elección de cultivares.
Diego Pérez es asesor del Grupo CREA Las Petacas, en el sur de Santa Fe. Esta será su segunda campaña con la NS 4309. “En la anterior alcanzamos rindes promedio superiores a los 4000 kilos por hectárea y en un lote puntual llegó a los 5000”, dice.
El asesor relata que en ambientes con buen potencial de rinde la variedad fue implantada en fechas tempranas, entre el 20 y el 30 de octubre, sobre rastrojo de maíz. En otros de menor potencial se optó por sembrarla como soja de segunda sobre trigo. “En ambientes muy buenos, la altura se maximiza y generamos mucha biomasa sin sentido. Por eso adelantamos la fecha de siembra para achicar un poco la planta”, señala Pérez y detalla que en la última campaña la variedad fue sembrada en una extensión de 1000 hectáreas con una densidad promedio de 250 mil plantas y un distanciamiento de entre 35 y 40 centímetros.
“La NS 4309 logra una muy buena biomasa y nos da la posibilidad de obtener un buen cierre de surco a pesar de las restricciones climáticas como las del año pasado. Apenas llovieron 80 milímetros entre enero y marzo”, recuerda Pérez.