Una productora australiana dice que el futuro del trigo está en Argentina
Mediante una carta que publicó en las redes, manifestó además tener envidia de los productores argentinos.
|
"He visto el futuro del trigo y está en Argentina, o al menos una versión del mismo que sería de gran beneficio para una agricultora australiana como yo". Mediante una carta, Heather Baldock, productora de trigo, cebada, canola y legumbres en una granja familiar de cuarta generación en la península de Eyre, en el sur de Australia, y miembro de la Red Global de Agricultores www.globalfarmernetwork.org, relata lo que percibió al conocer la noticia del trigo resistente a sequía:
"Dejame explicar. Hace dos años, tuve la oportunidad de visitar Argentina en un área con poca lluvia muy similar a las áreas en mi estado de Australia Meridional. Fue a principios de primavera, lo que para nosotros en el hemisferio sur significa que los cultivos estaban a solo tres o cuatro meses de la cosecha. Nuestro grupo de agricultores australianos estaba en un viaje de estudios de granjas de América del Sur, ansioso por aprender sobre nuevos métodos, tecnologías e ideas que podríamos traer a nuestras propias granjas. Fuera de Buenos Aires, examinamos pruebas de trigo. Los ensayos parecían casi cualquier otro ensayo de trigo de baja precipitación, pero en este caso los cultivos me interesaban mucho porque estaban modificados genéticamente.
Años antes, los científicos habían aprendido que el gen HB4 en los girasoles confiere tolerancia a la sequía. Desarrollaron este rasgo en otros cultivos, como el maíz y la soja, y también el trigo, haciéndolos tolerantes a la sequía y permitiendo que los cultivos crezcan de manera más productiva en períodos secos sin incurrir en ninguna penalización de producción durante las mejores temporadas.
¿Tengo envidia de Argentina?
Estos ensayos de un próspero trigo HB4 que produjo un 25 por ciento más que las variedades no transgénicas en condiciones de sequía y en buenas condiciones de humedad produjeron el mismo o un poco mejor que las variedades convencionales. Ilustraron un futuro potencial para quienes producimos alimentos en entornos difíciles.
