Cerdos: las altas temperaturas en el parto aumentan el estrés

Analizan el uso de un simple termómetro o técnicas menos habituales como la termografía para diagnosticar situaciones delicadas de forma barata, sencilla y objetiva.

02deEnerode2019a las16:29

Es de todos conocido que la temperatura de confort del lechón al nacimiento y las primeras 24-48 horas de vida supera los 30ºC mientras la de la cerda idealmente no debería sobrepasar los 20ºC. Una de las principales características de una buena instalación de maternidad es procurar generar condiciones ambientales distintas (fundamentalmente la temperatura) para la cerda y para la camada.

Para lograrlo se realizan esfuerzos de todo tipo que empiezan por construir o disponer de salas con un buen aislamiento térmico, sigue con implementar un sistema de ventilación efectivo (capaz de renovar el aire adecuadamente y de regular la temperatura ambiental de la sala) y, finalmente, contar con un sistema de calefacción efectivo para climatizar la zona destinada a los lechones. Aunque no es difícil convencer al empresario ganadero pera que se introduzcan mejoras en la maternidad, la realidad de nuestras granjas muy a menudo no permite ejercer un control efectivo de las condiciones ambientales en las salas.

De hecho, en países con una marcada estacionalidad no es fácil conseguir una instalación que funcione correctamente en invierno y en verano. En estas condiciones, podríamos considerar que una buena instalación sería aquella capaz de mantener el ambiente cercano al “ideal” el 90 % de los días del año. En condiciones mediterráneas y en verano no es excepcional alcanzar temperaturas medias superiores a 25ºC a nivel del cuerpo de la cerda en las maternidades.

Por otra parte, incluso en otros periodos del año, es una norma habitual de manejo poner en marcha la calefacción un día antes de la fecha teórica de parto y, cuando el control de la temperatura ambiental resulta complicado y la separación de los dos ambientes climáticos imposible, se suele recomendar priorizar la camada al menos las primeras 48 horas post-parto y a continuación ocuparse de la cerda para optimizar la producción de leche.

Aunque el experimento fue realizado en Dinamarca muestra resultados que indican que el estrés por calor condiciona el parto y el devenir productivo de la camada. Realizan un experimento que va desde la entrada de la cerda a la maternidad (108 días de gestación) hasta 9 días post-parto.