Dos facultades de la UBA al rescate de maíces nativos de Jujuy

Un proyecto recuperó y reintrodujo en el sitio arqueológico Pucará de Tilcara 22 variedades. Plantean un ‘rescate’ para la diversidad genética, cultural y culinaria.

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13deMayode2019a las17:23

Desde hace décadas, docentes de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) buscan valorizar los maíces nativos de la Argentina, cuya diversidad, consumo y producción se fue perdiendo con el tiempo. Hoy, junto con la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA (FFyL) apuntan a redoblar la apuesta: además de colectar y conservar las semillas, comenzaron a sembrarlas y multiplicarlas en el sitio arqueológico Pucará de Tilcara, en Jujuy, la provincia de donde son originarias. Ya reintrodujeron 22 variedades del cultivo y buscan interesar a organizaciones campesinas, productores y restaurantes para que las vuelvan a utilizar.

Los trabajos llevados a cabo con maíces originarios en la FAUBA fueron liderados por el profesor Julián Cámara Hernández, reconocido entre los ‘Grandes Maestros de la UBA’. Durante 40 años, Cámara Hernández se dedicó a viajar a las provincias de Misiones, Formosa, Catamarca y Jujuy, entre otras, para recolectar, registrar y estudiar variedades originarias, desde sus distintas morfologías y características genéticas hasta los usos, prácticas de manejo y roles en la cultura. Así se lograron conservar más de 30 razas nativas.

“Gracias al trabajo de Cámara Hernández, en la FAUBA teníamos una gran colección de maíces nativos del NOA en el Laboratorio de Recursos Genéticos Vegetales ‘N. I. Vavilov’. Pero como este es un sitio destinado al estudio sistemático de semillas y no tanto a su conservación a largo plazo, muchos de estos materiales estaban perdiendo poder germinativo. Aunque sabíamos que para evitar perder este trabajo de tantos años, teníamos que sembrar los granos y obtener otros nuevos, en la FAUBA las plantas provenientes del NOA no se desarrollaban bien”, contó Pablo Rush, docente de la cátedra de Genética y Secretario de Extensión de la FAUBA.

Ante esta situación, los docentes de la FAUBA establecieron un contacto con la FFyL, que posee una sede en la provincia de Jujuy, donde se trabaja desde hace seis años en la preservación de maíces nativos. “En una jornada de extensión nos contaron que producían diversas variedades en la base del sitio arqueológico Pucará de Tilcara, ubicado en la Quebrada de Humahuaca, para difundirlas en las comunidades locales, pero que estaban teniendo problemas para mantener la pureza de cada variedad. Entonces vimos la oportunidad de trabajar en conjunto y llevamos los granos que conservábamos en nuestro laboratorio”.