Con menos costos y mejor genética, se desarrollan nuevas líneas de maíz

El INTA-Unnoba trabaja en la técnica para producir líneas de maíz dobles haploides (DH). Un avance importante que permite reducir el costo y el tiempo de los procesos de mejoramiento genético para obtener nuevas líneas del cultivo.

13deJuniode2019a las07:20

Investigadores del INTA Unnoba trabajan en la puesta a punto de una técnica in vivo para producir maíces doble haploides (DH). Un método que permite reducir el costo y el tiempo de los procesos de mejoramiento genético para obtener nuevas líneas endocriadas del cultivo, que luego se combinan para obtener los híbridos comerciales.

Gerardo Giomi biotecnólogo del INTA Pergamino, trabaja en el protocolo para la obtención de líneas haploides duplicadas en maíz. “Los tiempos que requiere desarrollar, evaluar e inscribir una nueva variedad son una limitante para que los criaderos de semillas de pequeña escala puedan mantenerse actualizadas en el sector y tener competitividad en el mercado”, expresó Giomi y reflexionó que esta tecnología permite acortar los tiempos en el mejoramiento.

Un “doble haploide” (DH) es un genotipo que se forma cuando las células haploides –son las que contienen un solo juego de cromosomas n=10, en el caso del maíz– experimentan un proceso, espontáneo o inducido artificialmente, de duplicación cromosómica 2n=20, es decir, se recupera la cantidad de cromosomas normal de las células.

Giomina sostuvo que una de las principales ventajas de la tecnología DH es que acorta el ciclo de mejoramiento de manera considerable. Además aclaró: “Hace posible que en dos o tres generaciones podamos tener líneas totalmente homocigotas –mayor pureza genética– en comparación con el proceso convencional de desarrollo de líneas endogámicas que puede tardar hasta nueve generaciones, es decir, 4 o 5 años utilizando las contraestaciones”.

Obtener semillas haploides duplicadas de maíz

De acuerdo con Giomi, la técnica in vivo se basa en tres pasos: primero, se seleccionan semillas haploides. Luego, las plántulas haploides germinadas son tratadas con un producto químico que interrumpe el proceso normal de división celular y duplica el número cromosómico, en comparación con la cantidad que posee el maíz diploide. En el tercer paso, se realiza la autofecundación de estas plantas y se producen líneas de maíz 100 % homocigotas en todos sus genes.