Obtienen plantas transgénicas de algodón resistentes al picudo

Por primera vez la Argentina y mediante la aplicación de silenciamiento génico, se consiguieron plantas que disminuirán la capacidad de daño provocada por la plaga.

El INTA obtuvo plantas transgénicas de algodón. El equipo de investigadores espera tener líneas de multiplicación para el próximo año.

El INTA obtuvo plantas transgénicas de algodón. El equipo de investigadores espera tener líneas de multiplicación para el próximo año.

17deJuliode2019a las06:50

En la Argentina, la presencia del picudo del algodonero representa un desafío para la producción de algodón debido a las pérdidas productivas que provoca. Por esto, desde hace nueve años, el INTA y las provincias algodoneras de Chaco, Formosa, Santa Fe y Santiago del Estero trabajan en el desarrollo de distintas estrategias para hacer frente a esta plaga.

En una batalla que los científicos libran en varios frentes, obtuvieron variedades resistentes al picudo del algodonero (Anthonomus grandis) mediante la estrategia de ARN de interferencia (ARNi). Esta técnica consiste en lograr que en la planta se genere una secuencia muy pequeña de ARN para bloquear específicamente la funcionalidad de un gen esencial en el picudo y, de esta manera, disminuir su capacidad de daño.

“El desafío que teníamos por delante era generar un sistema de transformación y ajustarlo para comenzar a transformar con el gen de interés, lo que nos llevó años de investigación”, explicó Dalia Lewi, responsable del Módulo Transformación Genética de Algodón del INTA que logró generar plantas transgénicas de este cultivo.

Hoy, el INTA no solo cuenta con un sistema ajustado, “sino con las plantas con el gen de interés”, indicó Lewi y agregó: “Las plantas de algodón están creciendo, tenemos que multiplicarlas y empezar a hacer los desafíos en los invernáculos de bioseguridad, desafíos in vitro y a campo”.

Desde el grupo de transformación de algodón, el primero en el país en alcanzar un desarrollo de estas dimensiones, que también integran Laura Maskin, Mariana Turica y Ariela González, de la Estación Experimental Agropecuaria Sáenz Peña –Chaco–, esperan contar el año entrante con las líneas de multiplicación. “De todas las líneas que se obtengan evaluaremos cuáles son las mejores”, indicó Lewi.