El futuro ya llegó: qué es el Internet de las Cosas y cómo se aplica en el campo

Esta nueva etapa de la tecnología ya revoluciona algunos segmentos de la producción agrícola y ganadera. En Argentina ya hay varios casos

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Un estudio de The World Government Summit estima que en 2020 se aplicarán 75 millones de dispositivos IoT a la agricultura a nivel mundial.

Un estudio de The World Government Summit estima que en 2020 se aplicarán 75 millones de dispositivos IoT a la agricultura a nivel mundial.

30deOctubrede2019a las11:27

La evolución constante de la tecnología hace difícil predecir cuáles serán los próximos pasos en materia de innovaciones para el agro. Lo que sí es posible afirmar que la última de las revoluciones está marcada por el concepto del Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), que se define como la interconexión digital de diversos elementos.

A grandes rasgos, los beneficios que se obtienen son de dos tipos. Por un lado estos sistemas ayudan a disminuir los costos de producción y los desechos al optimizar el uso de insumos. Además, los datos más precisos ayudan a tomar mejores decisiones y, por ende, se pueden obtener mayores rendimientos.

Desde maquinaria agrícola autónoma hasta sensores para medir humedad y reconocer plagas, estos procesos automatizados y los dispositivos de IoT han permitido una producción más eficiente y con menor riesgo.

Las potencialidades de estas tecnologías toman un valor adicional cuando se tienen en cuenta las advertencias de la ONU respecto a la necesidad de incrementar un 70% la producción de alimentos para 2050, en un contexto de mayor conciencia ambiental. Un estudio de The World Government Summit estima que en 2020 se aplicarán 75 millones de dispositivos IoT a la agricultura a nivel mundial.

Aplicaciones

Aunque años atrás hubiera sonado como parte de una película futurista, gracias al IoT es posible el desarrollo de los "smart tractors", equipos inteligentes que sustituyen la cabina del conductor por un sistema autónomo basado en cámaras, radares, GPS y sensores. Un caso concreto es el de la empresa norteamericana Smart Ag, que desarrolló tecnología para disponer de tractores autónomos que tiren de tolvas autodescargables.

Estos equipamientos permiten detectar obstáculos para que el vehículo cambie de dirección y evite impactos. Se calcula que el mercado mundial de estos vehículos inteligentes podrá movilizar unos 8.700 billones de dólares en 2023.