Carmona: "Es tiempo de repensar el manejo de enfermedades en cebada"
Según las observaciones del Ing. Agr. Marcelo Carmona realizadas durante las últimas campañas, consideran que es tiempo de repensar el manejo de las enfermedades tanto en trigo como en cebada.
Según estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, este año, se ha sembrado una menor superficie que el año pasado con cebada cervecera:
Has sembradas en 2019 y principales áreas productoras:
- 404.000 Has sembradas en el sud-este de Buenos Aires (5 % menos que en 2018)
- 345.000 Has en el sud-oeste de Buenos Aires (3 % menos),
- 160.000 Has en el centro-norte de Buenos Aires (11 % menos).
Según las observaciones del Ing. Agr. Marcelo Carmona realizadas durante las últimas campañas, considera que es tiempo de repensar el manejo de las enfermedades en trigo y cebada y para el caso de este último cultivo, destaca:
- Difusión de genotipos que en algunos casos muestran elevada susceptibilidad a enfermedades.
- Las manchas foliares direccionan y posicionan el uso de los funguicidas para su control.
- Bipolaris sorokiniana estableció un nuevo patrón sintomático.
- El resurgimiento de los tratamientos de semillas para el control de Ramularia collo-cygni, despertó discusiones en cuanto a momentos de control, tipo de funguicidas y dosis, como así también a estrategias anti-resistencia.
Principales enfermedades de la cebada en argentina
Mancha en red
Es la principal enfermedad de la cebada en el Cono Sur, produciendo daños estimados en un 20 %, afectando también a la calidad de la malta.
Síntomas y signos: Aparecen en todas las partes verdes de la planta. En las hojas aparecen estrías necróticas longitudinales y luego otras cruzadas, lo que da el nombre a la enfermedad, ya que se asemeja a una red. Ataca también a las espigas, produciendo semillas infectadas.
Control: Eliminación de plantas “guachas”+ Rotaciones + Siembra de semillas sanas +Elección de cultivares más tolerantes +Tratamientos de semillas + Aplicación de funguicidas foliares
Escaldadura
Esta enfermedad se desarrolla principalmente en las zonas productoras del sur de la Prov. de Buenos Aires como Coronel Suárez, Tandil y Tres Arroyos, donde las pérdidas pueden llegar a un 10 a 15 %.