¿Cuál es la problemática detrás de la sanidad del trigo?

El investigador Ariel Faberi (UNMdP) dio un pantallazo sobre las enfermedades en trigo. “Entre el 60% y el 70% de la superficie sembrada es susceptible a roya amarilla”, dijo.

12deDiciembrede2019a las15:11

El control de las enfermedades en trigo se ha vuelto un tema crítico. Los productores perciben que las tradicionales soluciones han perdido efectividad pero lo cierto es que las susceptibilidades de los hongos a los distintos fungicidas va cambiando. Es necesario un cambio de escala para afrontar la problemática. Esa fue una de las principales conclusiones que se extrajeron del encuentro organizado hace pocos días por la consultora RAVIT (Red Agropecuaria de Vigilancia Tecnológica) con el apoyo de UPL Argentina en Balcarce.

Ariel Faberi, de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP), sostuvo que hay muchos aspectos técnicos que aún se pueden resolver a nivel de lote. Pero el escenario es bastante preocupante. Las enfermedades foliares son cada vez más agresivas y se cuenta un mayor número de fallas y escapes, datos que evidencian que los controles están empezando a perder su eficiencia. “La temática requiere de la colaboración de todos los actores”, aseguró el especialista. “Los problemas ya no son puntuales y no se pueden encarar de manera aislada. Hay que generar un marco mucho más amplio y regional”, agregó.

De la reunión participaron productores y asesores involucrados en la iniciativa de monitoreo que con el apoyo de UPL, RAVIT lleva adelante a través de Expandit y Viento Sur en 1,12 millones de hectáreas del sudeste bonaerense. Se trata de un proyecto enmarcado en el propósito OpenAg de la compañía, orientado a desarrollar una agricultura abierta y sustentable.

Un ejemplo de esta red de relaciones que lleva adelante UPL es el trabajo que realiza conjuntamente con RAVIT, a partir del cual se analizan unas 120 variables productivas en 2 millones de hectáreas ubicadas al norte de la provincia de Córdoba, y otras 1,12 millones de hectáreas del sudeste bonaerense. En total, son 78 productores participando activamente, compartiendo información y fortaleciendo vínculos en pos de un cambio de escala en el análisis de datos.