El Dengue y sus dos caras: cómo prevenirlo y controlarlo
Por un lado se encuentra la enfermedad viral y por otro se encuentra el vector, que es el mosquito Aedes aegypti, quien es responsable de transmitir la enfermedad a través de su picadura.
El Aedes aegypti es un insecto que puede ser portador y transmisor de este virus, generando gran preocupación en regiones endémicas, sobre todo en épocas estivales en zonas de mediano o alto riesgo de contagio. Además, este mosquito puede transmitir otros virus como el Zika y Chikungunya, que también pueden ser perjudiciales para la salud.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó en 2019 sobre un nuevo ciclo endémico de Dengue en Latinoamérica, tiempo en el que se registraron 3.139.335 de casos confirmados y 1.538 muertes. Este número es el mayor registrado en la historia, superando en un 30% al número de casos reportados en el 2015, cuando se registró el último gran brote en la región. El 2020 comenzó con más casos que el año pasado, con 155.343 casos de dengue y 28 muertes, por lo que es sumamente importante tomar las recomendaciones y medidas necesarias.
En Argentina, desde la semana epidemiológica 31 del 2019, es decir desde el 28 de julio del año pasado, hasta el 10 de febrero de este año se registraron 465 casos, de los cuales 159 son sin antecedentes de viaje y el resto con antecedente de viaje a zonas con circulación viral, según el Boletín Epidemiológico Nacional N° 486.
La prevención y el control, tanto del insecto como de la enfermedad, deben abordarse desde dos frentes distintos. Por un lado desde el individuo, quien es responsable de tomar medidas de control y prevención dentro de su vivienda y su peridomicilio o traspatio, y por otro lado desde el estado, quien puede adoptar medidas proactivas de concientización, educación, prevención en la sociedad y realizar el control con personal capacitado en sitios públicos, para evitar la propagación del mosquito y, también, prevenir la enfermedad en la comunidad.