¿Secar o no secar? Esa es la cuestión

La gran adopción de la siembra de maíz tardío, que alcanza al 60% de la superficie destinada al cereal, implica una serie de desafíos.

11deMayode2020a las11:36

En la presente campaña serían unos 3,8 millones de hectáreas de maíz sembrado en fecha tardía, que tendrán una dinámica de secado diferente a la de los maíces tempranos. Facundo Ferraguti, de INTA Oliveros, explicó que a fines de febrero y en marzo el maíz se seca rápido en la zona núcleo. En cambio, en los maíces tardíos la tasa de secado inicial es rápida hasta que llega a un punto de inflexión, que es coincidente con el otoño, donde se ralentiza y se prolonga el período de secado. 

“En el caso de que el contenido de humedad a cosecha sea mayor al 25%, la mejor opción es hacer grano húmedo para utilizarlo en ganadería. Mientras que, si tiene entre 16 y 25% de humedad no se puede conservar húmedo, hay que secarlo sí o sí”, recomendó el investigador durante una entrevista que realizó junto a KWS, en estos momentos donde avanza la cosecha de maíz y el estado del tiempo ha cambiado en varias zonas del país.   

¿Por qué no esperar que el maíz seque a campo? Cuando se espera que el maíz seque a campo aumenta la cantidad de plantas quebradas y volcadas, en algunos casos con espigas que tocan el suelo. La forma de evitarlo es buscar mejor anclaje de raíces, mayor diámetro de tallo y baja altura de inserción de espiga. Muchas de estas cosas se definen en la siembra, con la densidad y la profundidad de siembra.