Ensayos en trigo y cebada: científicos ratifican la importancia de proteger al cultivo desde la semilla

Científicos del Laboratorio Agrícola Río Paraná, del INTA EEA Bordenave, y del Instituto Fitotécnico Santa Catalina llevaron a cabo diversas investigaciones para determinar la efectividad del tratamiento de semillas.

05deJuniode2020a las10:53

En trigo y cebada, existen patógenos asociados a la semilla que pueden afectar la implantación, el crecimiento y normal desarrollo del cultivo, lo que deriva en grandes pérdidas hacia el final de la campaña. Carbones, manchas foliares y fusariosis son algunas de las enfermedades que se pueden desarrollar si no se prevé una estrategia de protección a tiempo. Ultimamente también se han visto ataques tempranos de royas que obligan al productor a hacer un control temprano con fungicidas foliares. Por eso, los especialistas del sector insisten y recomiendan aliarse con herramientas adecuadas que protejan los cultivos desde el inicio de la campaña.

De esta forma, distintos ensayos realizados por científicos de diferentes zonas de Buenos Aires buscan demostrar que el tratamiento del cultivo desde la semilla es beneficioso para el buen desarrollo de la planta. Así, miembros del Laboratorio Agrícola Río Paraná, científicos del INTA EEA Bordenave y del Laboratorio de Fitopatología del Instituto Fitotécnico de Santa Catalina realizaron cuatro investigaciones por separado, donde el objetivo principal fue ver cómo reaccionaba el cultivo a partir de la aplicación de fungicidas para el tratamiento de semillas en trigo y cebada.

Mercedes Scandiani y Manuela Gordó, miembros del Laboratorio Agrícola del Río Paraná, lideraron la investigación en donde se buscó determinar la performance de Kit Sistiva® de BASF en ambientes con alta concentración de Fusarium graminearum durante agosto del 2019. De acuerdo con el informe presentado, “se sembraron semillas en macetas y se inocularon con una cepa de Fusarium graminearum perteneciente a la colección interna del laboratorio, que incubaron en cámara de crecimiento durante 21 días después de la siembra”.

Como resultado, “se observó un control eficiente y eficaz de Fusarium graminearum en el tratamiento de Kit Sistiva, tanto en el cultivo de trigo como en cebada”.

Por su parte, el equipo del INTA EEA Bordenave, liderado por el Ing. Agrónomo y Magíster en Ciencias Pablo Campos y su ayudante técnico Mauro Desch, llevaron a cabo un trabajo en el que evaluaron tres tratamientos de semillas en la variedad DM Algarrobo, entre ellos Kit Sistiva® (Fluxapyroxad 33% 75ml/100 kg y Triticonazole 10% 25 ml/100 kg de semilla) y otros dos competidores del mercado. Los tratamientos se sembraron en macetas, que luego se colocaron en invernadero bajo condiciones de humedad y temperatura propicias para el desarrollo de la Roya estirada.