Un 62% de la renta de una hectárea se la queda el Estado: crecen los impuestos nacionales no coparticipables

El último relevamiento de FADA analizó el impacto de la brecha cambiaria en el sector: "Desincentiva la inversión y la producción".

Un 62% de la renta de una hectárea se la queda el Estado: crecen los impuestos nacionales no coparticipables
28deSeptiembrede2020a las16:16

FADA (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina) dio a conocer su medición trimestral sobre cuánto de la renta agrícola (ingresos menos costos) queda en manos del Estado: 62%. Dicho en otras palabras, de cada $100 de renta, $62 no son para el productor, sino que son impuestos nacionales, provinciales y municipales.

Mientras que el promedio ponderado de cultivos a nivel nacional es de 62%, la participación del Estado en soja es del 66,6%, maíz 52,9%, trigo 57,2% y girasol 56,3%.

"El índice de septiembre es 6 puntos porcentuales más bajo que el de junio, donde la mejora de precios de los cuatro granos explica gran parte de la mejora. A esto también se suma la mejora del tipo de cambio oficial", destaca FADA.

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Cepo cambiario

“El cepo es una restricción que se pone sobre el tipo de cambio oficial. En este último tiempo tuvimos un dólar oficial a $75, dólar bolsa a $130 y dólar blue a $140. Esa brecha, superior al 70%, desincentiva la inversión y la producción, porque cada dólar ganado, una vez que afronta los costos y riesgos, vale menos. Por ejemplo, si la producción de una hectárea de soja genera un resultado después de impuestos de 140 dólares oficiales, en realidad son 80 dólares billete.”, explicó David Miazzo, economista jefe de FADA.

Este tipo de brechas, según el informe de FADA, genera expectativas devaluatorias. En la economía genera un incentivo de las personas de adquirir y stockearse de productos dolarizados: autos, electrónica, materiales de construcción. En el sector agropecuario tiene dos efectos: por un lado, incentiva a una mayor retención y ventas con precio a fijar o sin liquidar, tratando de no quedarse con pesos que pierden valor; por otro lado, también genera ese incentivo de stockearse con productos dolarizados como maquinaria, fertilizantes y fitosanitarios.

“El endurecimiento del cepo sólo genera mayores incentivos a este tipo de prácticas, limitando la entrada de divisas e impulsando mayores importaciones. Por esto se dice que el cepo limita la pérdida de dólares de las reservas, pero también inhibe cualquier oportunidad de ingreso de dólares”, afirmó Miazzo.

El problema de fondo es el exceso de pesos, que se convierte en escasez de dólares. El objetivo debe ser, afirman desde FADA, no provocar un exceso de pesos y generar confianza en el plan económico y el futuro económico del país. A esto se suman dos cuestiones de fondo, como una política exportadora que logre incrementar la provisión de dólares genuinos a la economía, y evitar un atraso cambiario que provoque un efecto negativo en la competitividad cambiaria de la economía.

Impuestos

La participación del Estado se da a través de impuestos nacionales, provinciales y municipales, algunos coparticipables y otros no. Los impuestos nacionales no coparticipables son el 62,6% del total de impuestos que afronta una hectárea agrícola en Argentina. Este tipo de impuestos son fundamentalmente los derechos de exportación, a los que se le suma el impuesto a los créditos y débitos bancarios.