En un año Niña, el riego maximiza los rindes del maíz: qué dicen los ensayos de larga duración realizados por el INTA
Cómo la tecnología de riego por pivot puede representar un salto productivo en un cultivo clave.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) proyectó que la cosecha total de granos en 2020-21 será de 120,8 millones de toneladas, un 6,1% inferior a la del ciclo pasado. En lo que respecta al maíz, la producción prevista será de 47 millones de toneladas con 6,3 millones de hectáreas sembradas.
En los últimos años, los rendimientos de los cultivos han aumentado debido a la incorporación de la siembra directa y las tecnologías de manejo asociadas. Sin embargo, estamos atravesando un período de enfriamiento del Pacífico lo que ocasiona un evento Niña, cuyo pico máximo se dará en esta primavera. Esto trae aparejada escasez de precipitaciones en gran parte de las zonas productivas de nuestro país.
“Sin lugar a dudas el pronóstico de año Niña y la falta de agua que ya se está viendo en diferentes zonas del país conlleva a que los productores cada vez más pienses en el riego suplementario como una alternativa de inversión. No sólo en zonas áridas o semiáridas sino también en el pampa húmeda”, afirmó Nicolás Viramonte, Gerente Regional de Ventas de Valley Argentina. En ese sentido, indicó que “el riego permite independizarse de la disponibilidad de agua en el perfil para la emergencia y posteriores etapas del cultivo y apuntar a cultivos de alto rendimiento con un rápido retorno de la inversión”