Marcos Villamil es ingeniero agrónomo y se propuso recorrer todo el país a caballo: "Soy una persona enamorada de mi país"

Carga un diario de viaje y un cuaderno en el que le pide a las personas que lo hospedan que le dejen un mensaje.

Marcos Villamil es ingeniero agrónomo y se propuso recorrer todo el país a caballo:  "Soy una persona enamorada de mi país"
12deNoviembrede2020a las07:51

Con lo puesto, una carpa y tres caballos, Marcos Villamil se dispuso a conocer de punta a punta la Argentina. En un año y tres meses espera recorrer 9000 kilómetros y conocer 300 pueblos. “Disfruto de los lugares, andar en silencio y de todo lo que nuestro país tiene”, confiesa Marcos desde un campo en Neuquén.

El 7 de septiembre pasado inició su travesía. Salió junto a Mora, Wayra y Tordo, sus tres caballos, desde el partido bonaerense de General Alvear, y su plan es bajar a Tierra del Fuego y luego subir hasta Jujuy. “Con lo que me gusta nuestro país y conocer gente e historias, creo que esta es la mejor manera de poder viajar para conocer Argentina de primera mano. Con el animal podés llegar a lugares que de ninguna otra forma podrías llegar. Me fascina eso”, cuenta.

Tiene 28 años, es ingeniero agrónomo y no sólo se propuso unir el país cabalgando, sino también mostrar la hazaña a través de una cuenta de Instagram que armó especialmente para la ocasión. “Quiero hablar de esta Argentina de caminos de tierra, mirada tranquila y familias que reciben. Es una Argentina alucinante que existe y en la que no hacemos mucho hincapié”, enfatiza.

A través de su cuenta de Instagram @Abrazarte.argentina, Marcos publica diariamente imágenes y videos de paisajes, atardeceres y familias rurales, que son una pieza clave de su viaje, ya que son quienes lo hospedan en sus campos. “Tenemos una Argentina con grandes valores y hospitalidad. Todos me reciben muy bien. Mi viaje está totalmente en manos de la gente”, resalta. Si bien está preparado para acampar, la gran mayoría de veces duerme en casas familiares. A veces se queda una sola noche y en ocasiones extiende su estadía. “Es un viaje en el que no se gasta mucho, sólo en herraduras y cosas pequeñas”, explica. Aunque tiene un itinerario programado, es flexible al ritmo que le marca el viaje.

Marcos se suele levantar a las cuatro de la madrugada para dirigirse lo más temprano posible hacia el nuevo destino. Por día avanza 30 kilómetros, es decir, cabalga durante 5 horas. “El horario es más que nada para que los caballos no sufran el calor. Llego a media mañana y ellos pueden andar libres un rato”. Se encarga de que los animales roten sus labores cada día, para no cansarlos. Uno es montado, otro carguero y el tercero va suelto.