Presentan un innovador fungicida para soja: “Tuvimos una respuesta promedio de 364 kilos por hectárea a favor"
Es de última generación a base de carboxamidas. Brinda mayor persistencia de acción y más días de protección; pero también busca ser accesible para el productor.
Año tras año, las enfermedades perjudican el rendimiento de la soja, siendo uno de los desafíos más importantes a los que el productor le tiene que prestar atención. La Roya asiática, la Mancha marrón, la Mancha anillada, la Mancha púrpura o la Mancha ojo de rana son solo algunos ejemplos de las problemáticas a las que se enfrenta durante el ciclo del cultivo y que, si no son controladas a tiempo y de forma efectiva, pueden tener un impacto negativo en el cultivo.
En ese contexto, BASF reunió a productores y especialistas del agro en un encuentro virtual, para profundizar en los principales temas que le interesan al productor a la hora de estar actualizado para tomar decisiones de cara a la próxima campaña de soja. El evento contó con la participación de Dante Romano, Gerente de Research y Consultoría en Fyo, Leonardo De Benedictis, meteorólogo, y Margarita Sillón, Profesora y responsable del Área de Fitopatología de la Universidad Nacional del Litoral.
Durante el evento, Romano habló sobre el mercado de granos y aconsejó: “Con 290 USD/tt a cosecha la recomendación es cerrar las relaciones insumo/producto realizando ventas pero siendo muy prudentes. Pero además aprovechar que podemos poner seguros de precio mínimo en torno a 260 USD/tt sin comprometer mercadería física”. Por otro lado, De Benedictis se refirió a las tendencias climáticas en el contexto del fenómeno de “La Niña” y recomendó para esta campaña “cuidar el agua y aprovecharla, ya que va a ser menos recurrente a lo largo del ciclo”. Sillón, por su parte, se refirió, entre otras cosas, a los errores más comunes que se dan en el manejo de enfermedades. “Los errores más comunes son tres. En principio, se dan errores en el diagnóstico, porque se siguen sumando enfermedades que aún no son tan conocidas en el cultivo de soja. También se dan problemas de cuantificación, algo que lleva a aplicaciones de fitosanitarios tardías. Por último, un error muy importante es no respetar las dosis. Siempre hay que aplicar la dosis recomendada, tanto desde el punto de vista legal como técnico, ya que esa recomendación es producto de ensayos y muchísimos tratamientos hechos”.