Soja: ensayos revelan un retorno de US$ 27,9 por cada dólar invertido en coinoculación

El rendimiento de la oleaginosa crece sustancialmente con un adecuado tratamiento.

Soja: ensayos revelan un retorno de US$ 27,9 por cada dólar invertido en coinoculación
18deNoviembrede2020a las18:52

Un estudio de la Estación Experimental Agropecuaria Pergaminoa del INTA (AER 9 de Julio) destaca que la inoculación en soja es una práctica imprescindible para poder potenciar el rendimiento del cultivo.

La soja se puede decir que es nitrógeno dependiente, en otras palabras, a mayor cantidad de nitrógeno que incorpore en su biomasa, existe una alta posibilidad de alcanzar más rendimiento. Recordemos que la soja, con un contenido de proteína que se ubica a nivel país entre 36 y 37 %, y con rendimientos promedios de 3.100 kg/ha, estaría necesitando solamente para la formación de esos granos, incorporar más de 180 kg/ha de nitrógeno.

El Ing. Agr. M.Sc. Luis Ventimiglia (INTA Pergamino) destaca que ese es el rendimiento promedio a nivel país, pero hay lotes y productores, que pueden duplicar ese rendimiento. En consecuencia, para 6.000 kg/ha de soja con el mismo nivel de proteína en grano, el cultivo tiene que captar solamente para granos 355 kg/ha de nitrógeno.

A ese valor habría que sumarle el contenido de nitrógeno en hojas, tallos, cascara, raíces, etc. y el valor se verá sumamente aumentado.

Por otro lado están las eficiencias, se sabe claramente que no hay ningún sistema que tenga una eficiencia del 100 %, por ejemplo si se incorporan 10 kg, la disponibilidad en el suelo debería ser mucho más alta de 10 kg.

En fin: "No cabe duda, que son cantidades de nitrógeno sumamente altas y que los suelos de nuestra región difícilmente puedan aportar por si solos dichas cantidades", destaca Ventimiglia.

Inoculación en soja

Entonces: ¿En qué se sustenta la soja para poder incorporar tan altas cantidades de nitrógeno a su estructura productivista?, y es mediante la asociación virtuosa con microorganismos.

"Es imprescindible inocular todos los años, por más que un suelo disponga de un gran número de ciclos de soja", se desprende del trabajo. El clima es muy cambiante, y los microorganismos están expuestos a múltiples factores que atentan contra su supervivencia: por ejemplo sequías, excesos hídricos, radiación solar, otros competidores, productos de distinta índole que el suelo recibe, etc.

Todo esto hace que exista un equilibrio, pero que en algunos años vaya más para un lado y en otros para otro: "El ser humano trabaja incansablemente en busca de mejorar la fijación biológica de nitrógeno, con la selección de nuevas cepas, con productos que actúan como protectores, con métodos de inoculación, etc".