Día Nacional del Mate: los tipos y los consejos para elegir el mejor
Cada 30 de noviembre se rinde homenaje a esta infusión
Cada 30 de noviembre se celebra el Día Nacional del Mate. La relación de esta infusión con la cultura argentina, valores sociales e históricos generaron que el Congreso declare el día nacional.
El mate se volvió parte de los argentinos y logró durante la cuarentena aumentar el número de personas que lo consumen. La encuesta elaborada por la organización Yerba Mate arrojó que 4 de cada diez toman más mate que antes de la pandemia, 5 no cambiaron sus hábitos y solo 1 toma menos.
Pero para tomar un buen mate es importante contar con un buen mate, es decir un buen continente. Para ello la organización Yerba Mate elaboró datos y recomendaciones para lograr una correcta infusión.
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En el mercado se pueden observar mates de calabaza, madera, metal, silicona, entre otros. Datos y consejos para elegir el que más te guste.
Mates de calabaza
Son los más utilizados; varían mucho en forma (tipo pera o poro, galleta) y tamaño porque provienen de una planta trepadora llamada Legendaria Vulgaris. Dependiendo del tipo de mate, se realiza un corte en la calabaza de forma que quede una forma de cuenco, y luego se limpia raspando la parte interior.
Es importante limpiarlos y secarlos bien, y curarlos al utilizarlos por primera vez. Un consejo: Los de boca ancha aseguran mateadas más rendidoras, ya que la yerba tarda más en mojarse. Los mates de calabaza pueden estar forrados de cuero, porcelana, hilos.
Plata o Alpaca
Los de plata o alpaca son los indicados, explicaron desde la organización. Están realizados a partir de calabazas seleccionadas.
Luego de teñidas, el artesano realiza y agrega el trabajo de ornamentación de metal. Estos mates son de Los Orfebres. Las virolas (cintura del mate) pueden decorarse utilizando incrustaciones en plata. Los mates de plata maciza llevan una técnica que implica diseñar y dibujar, fundir el metal, laminarlo, forjarlo para darle la forma y luego darle distintos tipos de acabado como cincelado o burilado (tallado con buril) y por último el pulido o bruñido de la pieza.