Analizan los cultivos de cobertura en San Luis: "Es una tecnología que nos permite revalorizar la agronomía"
Desde el INTA San Luis remarcan que el manejo de los cultivos de cobertura en la provincia plantea grandes desafíos.
Los cultivos de cobertura o de servicio forman parte del nuevo paradigma en los sistemas de producción de alimentos de Argentina. Es por ello que desde hace más de diez años, el INTA San Luis realiza diferentes experiencias para dilucidar los principales interrogantes sobre su utilización en la provincia.
En este sentido, se elaboró una información técnica con el objetivo de analizar y sintetizar los conocimientos recolectados para elaborar una guía práctica para productores, profesionales y alumnos de las ciencias agrarias interesados en su utilización: "La misma está estructurada en función de la importancia de los cultivos de cobertura, sus aspectos tecnológicos más destacados, los principales objetivos abordados para nuestros ambientes, y una síntesis final con las limitaciones y necesidades de investigación", describen los editores del trabajo, Juan Cruz Colazo y Jorge Alberto Garay.
Al mismo tiempo, destaca que la publicación es obra de las actividades de investigadores y extensionistas del INTA, docentes del departamento de agronomía de la FICA – UNSL, técnicos del gobierno de la provincia de San Luis y profesionales de la actividad privada: "La misma fue llevada adelante en el marco de los proyectos nacionales de INTA, principalmente los relacionados con la gestión del agua en secano y el control de los procesos de degradación de suelos, así como también con convenios junto a Aapresid y CREA.
Cultivos de cobertura en San Luis
El artículo describe que, teniendo en cuenta las limitaciones para la producción agropecuaria en San Luis, los cultivos de cobertura aparecen como una herramienta de manejo que aportan al conjunto de buenas prácticas agropecuarias recomendadas para la provincia.
La última estimación (2017), indica que existen más de 30.000 hectáreas implantadas, y la proporción de productores que adoptan esta tecnología es de las más altas del país (Bolsa de cereales, 2020). Sin embargo, como toda herramienta de manejo la misma puede tener impactos muy variables: "Destacamos la importancia de tener claro el objetivo buscado con esta práctica, así como también las alternativas tecnológicas más adecuadas para la provincia".
El diagnóstico de la condición inicial del sitio es fundamental. Los mayores beneficios se obtendrán en aquellas situaciones en donde los niveles remanentes de cobertura sean bajos: escaso rendimiento, cultivos afectados por el granizo, maíces implantados con baja densidad; exista una alta presión de malezas de difícil control químico; y las condiciones del suelo permitan incrementar el contenido de carbono orgánico o mejorar su fertilidad física.