Precios de la hacienda: qué pasó con el ternero, la vaquillona, el novillito y el novillo en 2020
El horizonte de valores que marque la invernada, terminará condicionando los engordes y tras ello, el valor de la hacienda terminada que llega a los mostradores.
Desde Rosgan, la analista María Julia Aiassa relevó la evolución de los precios de la hacienda en el tramo final del 2020, año que será recordado por todos como el año de la pandemia: "La carne, como tantos otros alimentos, reforzaron su carácter de esencial logrando sostener niveles muy sólidos de demanda, trasladados por supuesto al valor de la hacienda en pie", destaca el relevamiento de la especialista.
Sin embargo, en nuestro país, la precaria situación económica en la que nos encontró esta pandemia, posicionó a la hacienda no solo dentro del terreno de lo ‘esencial’ sino que, además, la erigió como una de las pocas alternativas de resguardo de valor, a la que acudieron muchos productores: "Más allá del año que estamos cerrando, basta con ampliar la mirada a tan solo los últimos 10 años, para confirmar que la debilidad de la moneda es un tema estructural en nuestro país".
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Argentina ha convivido con pisos de inflación del 25% anual, para escalar en los últimos tres años a picos en torno al 50% nivel que -de no ser por el congelamiento artificial de preciosdebió haberse sostenido este año y esa expectativa devaluatoria fue precisamente la que adicionó un alto grado de incertidumbre durante todo el 2020", añade Aiassa.
Análisis de Rosgan
Las variaciones en el precio de la hacienda -medido a través del Índice General Mercado de Liniers (IGML)- no permiten detectar un patrón de comportamiento constante a lo largo del tiempo en relación a la inflación.
Claramente, las variaciones de precio tienen un base fundamental, son el reflejo de diferentes fases del ciclo ganadero, momentos de liquidación y momentos de retención, pero también reflejan momentos de cambio de expectativas. En este sentido, uno de los últimos incrementos fuertes registrados por el precio de la hacienda en relación a la inflación ocurrió durante los últimos meses de 2015, impulsado por una fuerte expectativa de cambios en materia de política agroexportadora.
El 2019 también se presenta como un año disruptivo, marcado por la aparición de China en el mercado exportador, generando importantes cambios en las relaciones de precio de la vaca, respecto de las restantes categorías.
Finalmente, durante el 2020, la hacienda vuelve a estar en el centro de escena ofreciendo una de las alternativas de resguardo más atractivas y seguras, ante el alto grado de incertidumbre política y cambiaria en la que se vio inmersa la economía, aun previo a la pandemia.