Con huertas verticales, una escuela enseña a sus alumnos a comer más verduras: “El desafío es instalarlas en un contexto barrial”
El proyecto es de una escuela de Reconquista y resultó ganador del programa de Iniciativas Sustentables de la Fundación del Banco de Santa Fe. Trabajan en conjunto con el INTA para llevarlo a cabo también en los hogares
La escuela EESO N° 523 está ubicada en el barrio periférico Virgen de Guadalupe, de la ciudad de Reconquista, Santa Fe, en un contexto de mucha vulnerabilidad. Son 469 chicos que concurren a las clases, cada dos semanas, con los nuevos protocolos. “Por suerte tenemos muy buena asistencia”, resaltó con orgullo Griselda Torres, directora del establecimiento.
Antes de la pandemia, funcionaba el comedor, con desayuno y almuerzo: “A la mañana casi siempre damos leche, pan, masa con membrillo y al mediodía tallarines con salsa bolognesa o milanesas con ensalada de lechuga, tomate o zanahoria", contó la directora. "Empezamos a observar que no comían la ensalada. Siempre dejaban las verduras de lado, eran selectivos y cuando les preguntábamos decían que no consumían muchas hortalizas en sus casas”, agregó.
Si bien en las clases de Biología se enseñan hábitos de alimentación, detectaron que en los hogares el consumo era otro: “Ellos son mucho de las harinas, del pan, fideos. Ahora en pandemia entregamos módulos alimenticios dos veces al mes. Los chicos están de 7.30 a 11.30 en la escuela sin comer nada y si traen es siempre bizcochos o alfajores", continuó explicando.
A raíz de esta problemática, comenzaron a pensar en la posibilidad de trabajar con huertas: “A veces se caratula como que no hay esfuerzo suficiente por parte de las familias para la buena alimentación, pero hay que entender el contexto”, explicó.
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