Descifraron un dato clave de las plantas tras analizar el primer virus que se descubrió en la historia
La investigación que realizó un grupo de científicos argentinos fue publicada en la revista internacional The Plant Journal
Un equipo de investigación –integrado por especialistas del INTA y del Conicet– demostró cómo pueden los virus moverse largas distancias dentro de las plantas y cómo contrarrestan las respuestas de defensa durante las infecciones.
Un artículo del INTA Informa destaca que esta información es de vital importancia para comprender los procesos fisiológicos de interés productivo, orientados al mejoramiento genético.
Contagio de virus en plantas
En la actualidad, científicos de instituciones de ciencia y técnica de todo el mundo ponen el foco en el estudio de los virus humanos, pero poco se conoce sobre el primer virus que se descubrió en la historia. Se trata del virus del mosaico del tabaco (TMV, por sus siglas en inglés). Fue identificado en el siglo XIX y jugó un papel clave en el desarrollo de la virología.
El grupo de Inmunidad Vegetal y Epigenética del Estrés del Instituto de Agrobiotecnología y Biología Molecular (Iabimo) del INTA – Conicet se enfoca en el estudio de los mecanismos que le permiten al virus moverse larga distancias entre los órganos de la planta. En este sentido, el equipo de investigadores, liderado por Sebastian Asurmendi –biólogo y especialista en infecciones virales de plantas– pudo explicar por qué el virus del mosaico del tabaco requiere de la cápside –cubierta viral– para poder moverse entre órganos.
Para este propósito, utilizaron un virus mutante que carece del gen que codifica la proteína de la cápside y, por lo tanto, no puede moverse sistémicamente. Cuando las plantas fueron inoculadas con el virus mutante, solo un pequeño número presentó el virus en tejidos distales en el sitio de la infección. Sin embargo, cuando el equipo simuló el rol de la proteína de la cubierta –a través de distintas estrategias– e inocularon al virus mutante, el virus pudo moverse sistémicamente en la mayoría de las plantas.