Dora Barrancos: "Las mujeres rurales tienen que dar el salto y gerenciar sus propios establecimientos"
La socióloga y asesora presidencial en materia de género, sostiene que el desafío de las mujeres rurales es ganar más “autovalor”, capacitarse en temas económicos y alcanzar un lugar de reconocimiento
Dora Barrancos es palabra mayor cuando hablamos de feminismo. Su currículum y trayectoria es difícil de resumir: licenciada en Sociología, doctora en Historia, profesora titular de la UBA doctora Honoris Causa de la Universidad Nacional de La Plata e investigadora principal del CONICET, organismo del que formó parte de su directorio entre 2010 y 2019 y actualmente es asesora Ad Honorem del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en materia de género.
Dora Barrancos, una mujer rural
Hace unos días Dora Barrancos participó de un encuentro con Mujeres Rurales Argentinas, donde conversó durante una hora y media acerca de los principales desafíos que tiene el feminismo rural. “Soy una mujer rural”, resaltó Dora al inicio de la charla, “nací en el área sur de la provincia de La Pampa, casi en el límite de la provincia de Buenos Aires. Mi padre era maestro y director de escuela rural y mi mamá hija de agricultores”, continuó.
Como dato de color contó que en su nombre lleva la carga semántica de esa vida rural: “El campo de mi abuela se llamaba La Dora. La colonia rural donde mi padre ejercía se llamaba Beatriz, así que por eso me llamo Dora Beatriz”.
Su familia viajó por distintos lugares del país, y en ese recorrido Dora contó que tuvo un contacto con la sociología rural porque trabajó mucho tiempo en educación agrícola: “Eso me llevó a muchos análisis que tenían que ver con la condición rural, no solo con las mujeres rurales”.
Educación rural femenina
Dora contó una experiencia en una escuela técnica rural: “La escuela respondía a una perspectiva que en ese momento (1970) no la discutimos mucho, donde se entendía la educación rural femenina como una educación que preparaba solo para la ruralidad. Si bien era valioso, era muy importante para las mujeres también la preparación en otras tareas”:
En ese sentido, la socióloga expresó una idea que reforzó durante toda su charla como un mantra: “Tenemos que pensar que las mujeres somos poligerentes de todo. Estamos entendidas en muchísimas ramas y actividades. Esa educación para la ruralidad no preparaba a las mujeres para ser gerentas de sus emprendimientos, por eso hay un índice tan bajo de propietarias rurales”.
La investigadora explicó que esta situación tiene mucho que ver con concepciones muy arcaicas sobre la condición femenina en el campo y resaltó que lo decisivo es la capacitación en temas económicos: contabilidad, comercio, idiomas, informática: “Esto redunda en una significativa calidad reapreciativa de sí misma, aumentar la calidad subjetiva. No solo el valor agregado de hacer bien las tareas domésticas, ese es un valor compensatorio cuando se reconoce”.
Al respecto, hace unos meses Mujeres Rurales Argentinas lanzó un Programa de Capacitación en convenio con la Fundación del Banco La Pampa con el objetivo de potenciar el crecimiento de las integrantes del colectivo. Brindan cursos virtuales en informática, inglés, gestión, análisis FODA, Excel, entre otras cosas.