Alberto, en su peor hora: la renuncia del ala K lo fuerza a revisar el rumbo o enfrentar a la vice
El presidente quedó golpeado por la resignación masiva de funcionarios cristinistas. Convocó a su gabinete y lanzó un llamado a la unidad bajo su figra; anoche se resistía a reemplazar a su equipo
|Si la apabullante derrota electoral fue un largo trago amargo, el cimbronazo que provocó la sorpresiva y orquestada renuncia de una decena de funcionarios que responden a la vicepresidenta, Cristina Kirchner, terminó por hundir en pocas horas la capacidad de maniobra del presidente Alberto Fernández y dejó al frente electoral que llegó al poder hace 21 meses al borde de una ruptura que augura un tendal de heridos.
Mientras procesa la caída en 18 provincias, incluida Buenos AIres, y después de dos días de negarse a entregar a parte de su gabinete, como le reclamaba su compañera de fórmula, mentora hacia la Presidencia y socia mayoritaria de la coalición, el primer mandatario terminó por irritar al ala K de su gobierno al convocar un acto con empresarios industriales, y que tuvo como principal interlocutor al cuestionado ministro de Economía, Martín Guzmán, al que el Instituto Patria tiene entre cejas.
El panegírico del ministro Guzmán, al mediodía y al lado del presidente, terminó por crispar los ánimos de las tribus que reclamaban su cabeza o, al menos, un rotundo viraje que tiña con más kirchnerismo a la alianza pamperonista. La noche anterior, el presidente había discutido en Olivos, y a la luz de los acontecimientos que se precipitaron más tarde, no tuvo buenos resultados.