Maíz: los tres motivos por los que la siembra tardía es un éxito en el norte
El INTA argumentó por qué el cambio de las fechas permitió sortear las altas temperaturas y la escasez de lluvias.
El maíz ganó terreno en el NEA y NOA al poder sortear las altas temperaturas y la escasez de lluvias. En este sentido, desde el INTA destacaron que se debe a la eficiencia en el uso del agua y del nitrógeno.
Los técnicos del INTA, Salvador Prieto Angueira y María Clara Berton, comentaron que al modificar las fechas de siembra se logró un mejor comportamiento del cultivo. “En los últimos 10 años, la superficie cultivada con maíz en el norte argentino se cuadriplicó, y alcanzó 1,1 millones de hectáreas sembradas. Esta expansión se logró gracias a la mejora de los márgenes económicos del cultivo y el acompañamiento de la tecnología”, destacaron.
Además, explicaron que a partir de septiembre se puede sembrar el maíz, pero el grueso se siembra entre diciembre y enero. “Esta época equivale a las fechas de siembra tardía en la zona núcleo”, aclararon.