Los primeros meses de un contratista con una Altina: “Cuando hay viento, nosotros seguimos trabajando con precisión”
“La máquina anda muy bien”, indicó el protagonista de la historia, que detalló las ventajas del equipo que usa para fertilizar y sembrar
Para un productor o contratista rural, estrenar un equipo o acceder a una nueva tecnología que facilite el trabajo a campo es una sensación muy placentera. Marcelo Mola, contratista de General Madariaga, sudeste de la provincia de Buenos Aires, adquirió hace cuatro meses un equipo Altina para sus tareas de fertilización y siembras (de verano y de invierno) que potenció su operatividad.
“La idea nació tiempo atrás. Siempre escuchábamos el comentario de que funcionaba bien, pero recién este año la pudimos comprar. Fuimos a pescar a Entre Ríos y cruzamos un equipo. Y le dije a mi socio: ‘Eso es lo que quiero armar yo’. Llamé a la gente de Altina para asesorarme y conocer la financiación”, contó Mola.
“Además de las tareas de fertilización, la idea es hacer cultivos de cobertura, ryegrass sobre girasol y sobre maíz. La idea es tenerla andando lo más que se pueda”, añadió el contratista cuya zona de influencia es Madariaga, Lavalle y Ayacucho, entre otras localidades del sur bonaerense.