Huyó de la guerra y en Argentina creó el postre amado por todos
Miguel Georgalos llegó al país en 1939 y fundó su empresa en Floresta; la crisis golpeó a la firma y tuvo que maniobrar para que la situación no empeoré
Hay cosas que no pueden faltar en la mesa de las fiestas. En particular dentro del sector dulce uno de los protagonistas es el postre de maní en cualquiera de sus versiones. El ‘culpable' del amor de los argentinos por esta pasta que se deshace como si fuera una manteca es Miguel Georgalos. Escapó de su tierra natal por la Segunda Guerra Mundial y se refugió en Floresta donde creó una de las golosinas más queridas de los kioscos. Fundó una gran empresa con su apellido, sin embargo por la crisis debió vender su marca insignia y reinventarse.
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