Joven campero: sufrió un grave accidente y tiene un pedido desesperado para el presidente Luis Lacalle Pou
Después de trece operaciones entre Uruguay y la Argentina, finalmente fue amputado; “El campo para mí es libertad", destaca Alexis Mesa y demuestra una gran pasión por el sector
|La mayoría de los recuerdos de la infancia de Alexis Mesa, un joven de 17 años de Río Negro, Uruguay, están ligados a un accidente que le cambió la vida para siempre.
El primero data de sus cinco años: es el origen de la mala fortuna que vivió hasta ahora y por el que lucha para salir adelante con el acompañamiento de su familia, tras ser amputado de una pierna en 2020. Para esto, hizo un llamamiento al presidente Luis Lacalle Pou para que le agilicen su pensión por invalidez y lo ayuden a gestionar una pierna ortopédica a través de un Programa Nacional de Discapacidad del Ministerio de Desarrollo Social de Uruguay.
La historia de Alexis Mesa
Alexis tenía solo cinco años cuando el tractor que utilizaba su padre para cortar el pasto de la estancia donde trabajaba le pasó por encima y le destruyó una pierna. La larga lista de médicos que visitó su familia, tanto en Uruguay como en la Argentina, les dieron esperanzas de que el niño iba a recuperar la movilidad absoluta de sus extremidades con el paso del tiempo y la ayuda de la ciencia, sin embargo, después de 13 operaciones no solo no pudo conseguirlo, sino que la infinidad de cirugías a las que fue sometido le desarrollaron otras enfermedades crónicas como la diabetes.
“Mi padre me había pedido varias veces que me corriera, él estaba cortando pasto, me decía que me fuera, que me apartara, pero yo me movía en el mismo sentido a donde iba el tractor. Estaba jugando. En un movimiento determinado, el tractor se fue para atrás y yo también me tropecé con algo. Una pierna, que es la que tengo sana, quedó doblada para abajo y la otra quedó derecha, a esa fue a la que le pasó el tractor por encima”, narra sobre el momento que le cambió la vida para siempre. Alexis se sabe de memoria todo el relato, la cantidad de situaciones que comenzó a vivir a partir de este accidente. Del resto de aquel día solo recuerda las sirenas de la ambulancia en la que fue trasladado hasta el hospital y la preocupación de su familia, que por entonces estaba unida y con proyectos a futuro.
“No tengo otros recuerdos de mi infancia. Ese es el primero. Tengo fotos de cuando era chico, pero no recuerdo nada de todo eso que supuestamente viví. Lo que tengo en mi memoria va del accidente para adelante”, asegura. En la estancia Las Violetas, el lugar donde pasó todo, vivían su mamá y papá cuando él era chico, pero con el tiempo lo abandonaron para abrir su propio comercio y dedicar tiempo al joven que tenía que hacer frente a las operaciones.