Estancia La Emma: cómo produce el campo que visitó el Director General de la FAO en Argentina
“Mientras nosotros tenemos deudas financieras hay otros países que tienen deudas de responsabilidad ambiental", comentó el productor a cargo
Durante su visita oficial a la Argentina, el Director General de la FAO, QU Dongyu, recorrió junto al ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (MAGyP), Julián Domínguez, un establecimiento de ganadería regenerativa ubicado en la localidad de Pipinas, Cuenca del Salado, provincia de Buenos Aires.
En la Estancia La Emma, de Genética del Este S.A, hacen Manejo Holístico desde el año 2016, y desde entonces subió todo en simultaneo: su carga animal, sus índices productivos, la receptividad del campo y la biodiversidad del campo. Sus fundadores son un matrimonio conformado por Ezequiel Sack y Silvina San Martín, criadores de Angus en la Cuenca del Salado desde hace más de 25 años.
Durante la recorrida, el titular de la cartera agropecuaria le mostró al Director General de la FAO el proyecto de ganadería regenerativa que realiza el establecimiento en conjunto con el INTA. Este nuevo paradigma productivo se basa en el manejo holístico, el cual resuelve la gestión de un desarrollo ganadero de manera integral ya que atiende de manera simultánea los tres aspectos: social, ambiental y económico.
La Emma, ¿sinónimo de una ganadería más rentable?
En la Estancia La Emma el cambio fue notorio de 2016 a hoy. Antes el establecimiento producía de modo intensificado con agricultura tradicional y engorde a corral, la carga era alta y los índices productivos eran buenos, pero el desafío implicaba mejorar el recurso forrajero y reducir la dependencia de insumos y la huella ambiental, todo sin perder los índices productivos.
Tras realizar un curso de Especialización en Manejo Holístico en Ovis 21, una empresa B que promueve la Ganadería Regenerativa a través de la educación, certificación y desarrollo de proyectos, Ezequiel Sack y Silvina San Martín cambiaron las decisiones de manejo de su campo: dejaron de sembrar, acabaron con el engorde a corral y efectuaron un cambio en la planificación del pastoreo, a lo que le siguió una reducción notoria en el uso de insumos.
Seis años después, el matrimonio aseguró que en La Emma hay un cambio profundo en los índices productivos, ambientales y sociales del establecimiento ya que pudieron aumentar su producción y los índices de preñez, así como también pudieron cambiar la composición del pastizal dando lugar a las especies perennes deseadas. Completaron el ciclo a pasto y venden directamente a los consumidores a través de una marca propia.