Cuatro cosechadoras y 6000 hectáreas: la historia de los Guidos tucumanos, una familia fierrera que quiere seguir creciendo
Se abrieron camino con cosechadoras de mediano porte en el mismo lugar que hace 200 años San Martín se instaló para realizar el Cruce de los Andes
Los Marin son productores y contratistas en La Ramada de Abajo, en el Departamento de Burruyacu, a 34 kilómetros de la ciudad de San Miguel de Tucumán, en el mismo lugar que hace 200 años San Martín se instaló antes de partir hacia Mendoza y realizar el Cruce de los Andes. Como productores, arriendan campo y suelen sembrar entre 500 y 700 hectáreas por campaña. Como contratistas, trabajan unas 4.000 hectáreas de cosecha gruesa y otras 1.800 hectáreas de trigo.
Comenzaron en 2008, cuando compraron las dos primeras cosechadoras CLAAS. Fueron dos MEDION 310. “Nos sobraba máquina, por eso empezamos a brindar servicios de a poquito”, recuerda Guido Marin (padre). A ellas le siguieron una TUCANO 320 nueva que adquirieron en 2011, luego otra MEGA 370 usada en 2016 y la última TUCANO 470 usada que sumaron el año pasado. Estas tres, más una de las primeras MEDION 310 conforman el staff actual de cuatro cosechadoras de estos contratistas.
Guido (padre) trabaja codo a codo junto a Guido (hijo). También conforman la empresa familiar sus otras dos hijas, una asiste en lo contable y la otra es ingeniera agrónoma. Guido (hijo) decidió no seguir una carrera universitaria para continuar el legado de su padre. Ambos son la cara de la empresa, los que tratan con los clientes y quienes realizan el mantenimiento de todos los equipos. “Yo me he ocupado de capacitarme en cuestiones de mecánica, de refrigeración, todas cuestiones que nos sirven para el acondicionamiento de las máquinas”, relata el joven con espíritu fierrero. Los operarios del equipo también están capacitados. “Es importante que puedan tomar decisiones de regulación en el campo”, acota Guido (padre).