La empresa líder de insumos que ya sembró más de 550 mil hectáreas en uno de los climas más extremos
Una firma que se expande a base de manejo y tecnología
SpeedAgro planteó desde el 2016 una diversificación de negocios y apuntó a invertir en el sector agropecuario a través de SpeedAgro Producción Campos.
Desde entonces, la empresa líder de insumos decidió sembrar en Santiago del Estero, en donde la agricultura de secano en el norte del país presenta muchos desafíos, pero sin dudas el más importante es el clima.
El NOA ha sido una de las regiones que más creció en la producción agrícola en los últimos años, integrando cultivos extensivos tanto invernales como estivales, algo impensado no mucho tiempo atrás. En ese contexto fue que SpeedAgro comenzó a producir con una “estructura simple”, que encabezó Daniel Toccalino como gerente de área.
Desde que comenzaron con el proyecto, desde SpeedAgro sembraron 277.070 hectáreas de soja, 212.921 hectáreas de maíz, 33.924 hectáreas de algodón, 28.372 hectáreas de trigo y 11.548 hectáreas de girasol. Esto es un total cercano a las 560 mil hectáreas.
“A pesar de su proximidad a la latitud de los 30°, típica de los grandes desiertos de la tierra, Santiago del Estero presenta ciertas características climáticas tales como regímenes de precipitaciones, temperaturas y suelos que la hacen única y apta para la actividad agrícola”, indicaron desde la firma.
SpeedAgro produce en un clima semiárido, cálido y en menor medida, subtropical. En todos los casos, con nulo o pequeño exceso de agua y con niveles de radiación similares a las demás zonas de producción del país. “Es limitado su aprovechamiento por las lluvias que se concentran en la primavera y el verano. Tienen un régimen y distribución que nos permiten lograr normalmente un cultivo anual y estival a pesar de su gran variabilidad entre años, entre estaciones y aún dentro de las estaciones”, explicaron.
La zona donde produce SpeedAgro Producción Campos se encuentra situada entre las isohietas de 550 y 700 mm anuales y las temperaturas son típicas de clima cálido con gran amplitud térmica entre estaciones y aún dentro de las mismas. Las altas temperaturas, aún con buenas condiciones de humedad en el suelo, suelen generar períodos variables de estrés térmico que afectan el rendimiento de los cultivos.
“Las bajas temperaturas en invierno asociadas con estrés hídrico suelen generar daño en los cultivos invernales”, agregaron.