Cumple 25 años: la variedad icónica de trigo que disparó los rindes y cambió la forma de ver el cereal en Argentina
Un cuarto de siglo después, los trigos que vinieron desde Francia continúan liderando en el país
Hace 25 años el paladar triguero argentino cambió de repente. La introducción por parte de Nidera de las primeras variedades francesas produjo un quiebre en la productividad y el manejo del cultivo. En poco tiempo no sólo se duplicaron los rindes, también cambiaron las formas de entender al trigo.
Los 25 años del trigo Baguette
En 1998, hombres visionarios como Eduardo Leguizamón y Francisco Firpo, ejecutivos de la Nidera de entonces, se animaron a introducir al país una serie de líneas de trigo con germoplasma francés. El altísimo potencial de rendimiento fue su primera característica diferencial. La calidad, un tema que abrió debate. Un año después de su llegada, estos trigos se denominaron Baguette. Sí, una forma de recordarles a todos algo que muy rápidamente quedó demostrado: la calidad de estos trigos respondía a las necesidades que la industria panadera estaba dispuesta a pagar y proponían la ecuación comercial ideal para los productores.
En el 2000, los lotes argentinos comenzaron a sembrarse con el Baguette 10, el primero de una serie de 24 variedades comerciales lanzadas al mercado por Nidera Semillas durante un cuarto de siglo. El rendimiento del trigo, estancado hasta entonces, comenzó a escalar exponencialmente hasta superar los 100 qq/ha en las principales regiones productivas. De la mano del incremento de rindes y el conocimiento desarrollado por los técnicos de Nidera también desembarcaron paquetes tecnológicos como las fertilizaciones, el control de enfermedades con fungicidas, los monitoreos, el ajuste en las fechas de siembra a partir de la aparición de variedades de distintos ciclos adaptadas a diferentes ambientes de acuerdo a sus requerimientos de frío, fotoperíodo y velocidad de secado, por ejemplo.